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Puntos de anclaje
En Grupo FPT realizamos instalaciones autorizadas de puntos de anclaje para trabajos en altura. Se trata de unos dispositivos que sirven, principalmente, para dotar de seguridad estas tareas a gran distancia sobre el suelo. Pero, ¿qué son los puntos de anclaje? Como su propio nombre indica, los puntos de anclaje son sistemas conectados a superficies u objetos resistentes a los que se engancha el trabajador, a través de arneses, etc., de forma que si sufre una caída sea capaz de frenar y prevenir el golpe. Aunque cabe decir que no solo existen puntos de anclaje para restricción de caídas. Estos elementos se emplean también para trabajos suspendidos, pero sí que es cierto que en esta situación es recomendable el uso de las líneas de vida, ya que son idóneas para el desplazamiento en paralelo a lo largo de una cuerda. En cualquier caso, si tienes dudas sobre los puntos de anclaje y líneas de vida, en Grupo FPT podemos ayudarte a seleccionar la que más se adecue a tu función.
Certificación de los puntos de anclaje
La certificación de los puntos de anclaje es obligatoria para saber si la vida útil de estos sistemas sigue vigente o ha caducado. Según la norma EN 795:2012, hay que tener muy en cuenta las instrucciones del fabricante de los puntos de anclaje fijos y móviles. En ellas se determina la periodicidad y los procedimientos que exige la revisión de puntos de anclaje, así como la metodología, etc. Este documento también te aporta nociones sobre el mantenimiento de los puntos de anclaje, para que se conserven en el mejor estado posible y cumplan su objetivo durante el uso. Eso sí, si tu pregunta es quién puede certificar puntos de anclaje, la respuesta un profesional competente. La norma EN 365 define a esta persona como la «conocedora de los requisitos existentes relativos a la revisión periódica y de las recomendaciones e instrucciones emitidas por el fabricante, aplicables al componente, subsistema o sistema a revisar”. En Grupo FPT disponemos de un amplio equipo capaz de identificar los defectos de tus puntos de anclaje anticaídas, iniciar las acciones pertinentes para renovarlos y, evaluar si tras esto están o no en perfecto estado para funcionar.
Clases de puntos de anclaje certificados
Existen tres clases de puntos de anclaje certificados. Cada uno de ellos posee unas características que los hacen más o menos adecuado para un trabajo concreto.
Por un lado está la clase A o anclajes estructurales fijados permanentemente a una estructura, que se conocen como puntos de anclaje fijos. Dentro de esta categoría se encuentran los que se fijan sobre superficies verticales, horizontales e inclinadas, como son los dinteles, las paredes o columnas, entre otros. Pero también los que están fijados a tejados inclinados. Todos ellos se acogen a la norma EN 795 A. En Grupo FPT somos instaladores autorizados de puntos de anclajes en construcción bajo esta normativa. Además de ello, disponemos de un gran surtido de estos elementos para poder instalar el más adecuado en cada situación. Es normal que no sepas cuál seleccionar para tu caso, y por eso te animamos a que contactes con nosotros para asegurarte la decisión.
Por otro lado está la clase B o anclajes provisionales transportables, los conocidos como puntos de anclaje móviles o portátiles. Su peculiaridad es que no pueden ser utilizados por más de una persona a la vez, por lo que se consideran EPIs. Aquí se agrupan las vigas transversales, clavijas de anclaje, trípodes, eslingas de anclaje y líneas de anclaje provisionales. Se trata de la clase que dispone de más tipos de puntos de anclaje, los que se acogen bajo la norma EN 795 B.
Por último está la clase E o puntos de anclaje de peso muerto para uso en superficies horizontales. Estos también se consideran EPIs, ya que no pueden emplearlos más de una persona al mismo tiempo. Es conveniente que la superficie horizontal no supere la inclinación de 5º para que no haga contrapeso. Estos se acogen a la norma EN 795 E.
Información de interés
¿Qué son los puntos de anclaje fijos?
Los puntos de anclaje fijos son aquellos que se instalan para que se queden colocados de forma permanente en una misma ubicación. Son el tipo de punto de anclaje más elegido porque proporcionan mucha resistencia, y esto se asocia a que van fijados a superficies de edificios u otras estructuras propias de las construcciones.
El procedimiento de instalación de los anclajes fijos depende del paramento sobre el que se coloque, principalmente. Esto determina si se instalan a través de un anclaje metálico o anclaje químico, e influye también en la elección del par de apriete adecuado. Asimismo, hay que tener en cuenta que no todos los puntos de anclaje fijos tienen los mismos ejes de trabajo. Esto quiere decir que algunos vinculados a la pared no sirven como puntos de anclaje para techos, por ejemplo. Y tampoco hay que olvidar las condiciones meteorológicas o ambientales a las que se va a someter este sistema, cosa que influirá en su desgaste. Por tanto, contemplar si va a ser instalado en una zona exterior o interior, así como el tipo de ambiente que lo va a condicionar, son algunos de los aspectos que también hay que observar para elegir el punto de anclaje fijo más acertado.
Cuando el punto de anclaje fijo se tiene que instalar en construcciones metálicas, de hormigón o madera, se elige un anclaje metálico. Este modelo es muy popular en el mercado porque ejerce mucha presión sobre la zona en la que se ubica, siendo resistente a cualquier carga. El procedimiento de colocación es fácil y rápido, para el que se emplean herramientas como el taladro, martillo y llaves. Sin embargo, cuando el paramento es hueco o su nivel de humedad es elevado, se elige un anclaje químico. Se suele emplear en ladrillos, piedra natural, hormigón poroso, etc. Y, para su fijación solo se necesita resina y un catalizador. La selección de la resina depende de las condiciones a las que vaya a exponerse y la carga que tenga que ejercer el punto de anclaje fijo que sostenga.
Recuerda que, en todo caso, es de vital importancia la revisión del sistema de anclaje anualmente. Esto lo tiene que efectuar una empresa autorizada por el fabricante, como somos en Grupo FPT, de manera que sea capaz de testar su estado mediante un deflectómetro de impacto. Esta máquina somete los puntos de anclaje fijos a un esfuerzo de tracción durante un tiempo determinado, comprobando así su estado.
¿Qué son los puntos de anclaje temporales?
Los puntos de anclaje temporales son aquellos que se instalan y desinstalan de manera rápida y sencilla. La gama actual de puntos de anclaje portátiles es tan amplia, que resulta extraña la situación en la que uno de estos no cubre las necesidades del trabajo a desarrollar. Y no tienes la obligación de comprarlo si te hace falta para un trabajo eventual, porque existen empresas como Grupo FPT en las que ofrecemos el alquiler de este tipo de sistemas.
Dentro de los tipos de puntos de anclaje temporales, encontramos los metálicos, textiles y especiales. Los anclajes metálicos móviles son aptos para colocarlos abrazando vigas u otros elementos susceptibles de tener aristas vivas. Aquí se incluyen los parapetos o antepechos, las pinzas de anclaje fijas y barras para huecos, entre otros. Los anclajes textiles temporales tienen un uso más limitado en función de su colocación, ya que la resistencia no es igual que la que te proporcionan otros materiales como puede ser el metal. Aquí se encuentran las cintas de anclaje, por ejemplo, o los multianclajes regulables. Por último, existen anclajes especiales portátiles que permiten trabajar en espacios confinados, fachadas u operaciones de rescate. Algunos de los más conocidos son los trípodes y brazos articulados, y las pértigas extensibles.
Es muy importante leer atentamente las instrucciones de los fabricantes antes del uso de cualquier punto de anclaje temporal ya que, por ejemplo, existen aros de cinta que se pueden colocar mediante estrangulamiento, mientras que hay otros que no ofrecen esta posibilidad. Ante cuestiones como estas, siempre es recomendable pedir consejo a profesionales en el sector para que la protección durante el desempeño del trabajo en altura esté asegurada.
Características de los puntos de anclaje de peso muerto
Los puntos de anclaje de peso muerto son de uso más restringido por la particularidad que presentan. Consiste, básicamente, en generar un lastre al cual el operario pueda anclarse. Este lastre algunas veces se crea mediante pesas metálicas o de arena, mientras que en otros casos se obtiene aportando agua a un hinchable de neopreno o similar.
Cuando se trata de un aporte de agua, la operación es más fácil de hacer ya que no pesa nada, pero se requiere que en el punto de colocación haya una toma de agua. También agiliza el desmontaje que, una vez finalizados los trabajos, ese agua se pueda verter. En cambio, cuando se trata de un lastre mediante pesas el transporte es más costoso ya que estas deben sumar un peso de 400 kg mínimo. Aunque la ventaja es que no requiere de ningún elemento externo para su instalación.
Algunas de las características de los puntos de anclaje de peso muerto más relevantes son: están diseñados para que los emplee una sola persona, funcionan en superficies horizontales lisas y rugosas que no superen la inclinación de 5º, deben colocarse a una distancia igual o mayor de 2,50 m del borde o espacio con riesgo de caída y, suelen tener forma circular, de cruz o lastre de hormigón.
Resistencia de los puntos de anclaje
La resistencia de los puntos de anclaje varía en función del tipo de anclaje seleccionado. Todos ellos son sometidos a unas pruebas de fuerza dinámica, estática y de deformación antes de ponerlos en venta. En ellas el fabricante se asegura de que la resistencia máxima que indica en las instrucciones son correctas, asegurando su funcionamiento en trabajos de altura.
Una vez más recordamos que durante la instalación de puntos de anclaje, ya sean fijos, temporales o de peso muerto, se debe tener muy en cuenta el factor de caída y la distancia de libre caída. El factor de caída trata de la fuerza de choque que recibe el trabajador en caso de caída. Dependiendo de la altura de la colocación del punto de anclaje existe el Factor de caída 0 sobre la cabeza, Factor de caída 1 a la altura del pecho, Factor de caída 2 a la altura de los pies. Por otro lado, la distancia de libre caída está compuesta por la distancia necesaria para frenar la caída de un accidentado de manera segura, teniendo en cuenta la posible apertura del absorbedor de energía. Esta, para una persona de 90 kg, se produce a partir de Factor de caída 1, siendo la posición Factor de caída 2 la menos favorable y en la que el absorbedor de energía se abriría en gran medida.