LINEAS DE VIDA DEFINITIVAS EN OBRAS DE CONSTRUCCIÓN

Hace ya bastantes años que realizamos instalaciones de líneas de vida definitivas o permanentes, principalmente en el sector industria, pero desde hace unos meses estamos también ofertando e instalando estas medidas de seguridad en obras de construcción, cuya experiencia está siendo algo peculiar, queriendo realizar una serie de reflexiones al respecto en este artículo, con el fin de poder transmitir esta experiencia y que sea beneficiosa tanto para empresas instaladoras de líneas de vida como para las empresas constructoras, en particular jefes de obra y encargados.

Siempre que se trabaja en el sector industrial, salvo ocasiones puntuales, nos encontramos con un centro de trabajo fijo, lo que conlleva que los edificios, naves, cadenas de montaje, etc, estén acabadas y en funcionamiento. Esto es de agradecer, ya que cuando se realiza la visita inicial a este centro de trabajo, para ver el lugar donde se van a instalar las líneas de vida o escaleras de acceso o barandillas, anclajes o lo que corresponda, uno puede realizar una oferta bastante ajustada, teniendo en cuenta el tipo de paramento al que vamos a anclar la línea de vida, los accesos para acarreo de material, etc, y lo más importante, si vamos a entrar en conflicto con otras empresas o trabajadores del propio centro, que generen riesgos o complicaciones en la instalación, o perdidas de tiempo que impliquen menor productividad.

Normalmente este tipo de trabajos se pueden definir perfectamente y queda poco margen a contra tiempos, etc. Teniendo claro los accesos, el paramento, horarios de trabajo, personas de contacto, controles y autorizaciones antes del acceso, los trabajos se suelen desarrollar sin mayores inconvenientes; es más, se suele trabajar sin entrar en conflicto con empresas u otros trabajadores.

Otro dato importante es que en industria se suele tratar con el responsable de PRL o encargado de mantenimiento, los cuales suelen tener formación en trabajos en altura, etc, lo que facilita el trato y la comprensión de los trabajos a desarrollar.

Cuando los trabajos se desarrollan para obras de construcción, cambia un poco la metodología a la que se suele estar acostumbrado en industria, comenzando por que se suele ofertar sobre planos, tratando el tema con el departamento de compras, al que es complicado hacerle ver, por ejemplo, que una línea de vida no se debe ofertar por metro lineal, ya que no es lo mismo una línea de vida de 100 mts que 10 líneas de vida de 10 metros. Otro inconveniente es, que la edificación en cuestión está en construcción. Esto ya puede generar algunos inconvenientes a la hora de realizar la oferta, ya que puede no estar claro los accesos para acarreo de material, etc.

Pero hay varios inconvenientes que pueden hacer que estos trabajos se compliquen por momentos.

El primero es que los jefes de obra y encargados de obra, por lo general, no disponen de formación en trabajos en altura, por lo que una línea de vida les puede parecer un cable “muy caro” que no queda mas remedio que instalar ya que aparece en el proyecto. Desde este punto de vista tratar temas como “distancia libre de caída”, “factor de caída”, “triangulo de fuerzas”, se torna complejo.

Otro inconveniente es la planificación de los trabajos. Por nuestra experiencia, cuando estos tienen en cuenta la instalación de las líneas de vida es al final de la obra, lo cual está estupendo siempre que se pueda instalarlas anclándose a petos o elementos estructurales existentes, tipo bancadas de hormigón, etc, ya que en caso contrario habría que anclarse al forjado, cuando ya la cubierta está totalmente acabada y realizada la prueba de estanqueidad, por lo que nadie de manera lógica, va a querer perforar la capa de impermeabilización.

Hay que tener en cuenta que las líneas de vida tienen una distancia máxima entre anclajes, la cual varía de 12 mts a 15 mts en función del fabricante, por lo que teniendo claro el recorrido de la línea de vida, sabremos desde el inicio de la obra, si vamos a tener que anclarnos a forjado en algún momento.

Existe una posibilidad de apoyar la línea de vida en anclajes contrapesados, lo cual encarece la instalación y requiere subir dados de hormigón de varios cientos de kg, por lo que debe de estar aún la grúa torre instalada o disponer de otro medio auxiliar de elevación de cargas, de esta manera evitamos tocar el forjado.

Concluyendo en este sentido, ya en la fase de estructuras se debería ver como instalar la línea de vida, decidiendo en función del recorrido de esta, estructuras existentes, etc, si hay que instalarla en fase de estructuras y realizar posteriormente la impermeabilización, o podemos llevar la instalación de estas a la fase final de ejecución de obra.

Otro tema muy importante es que las líneas de vida en obras de construcción se suelen colocar a una distancia muy baja del suelo, entre 20 cm a 50 cm. Esto puede generar un riesgo de caídas de los operarios de las obras ya que pueden tropezar con el cable de la línea de vida y generar un accidente. Lo más lógico por tanto y siempre que se pueda, es instalar las líneas de vida al final de la obra, o en su defecto colocar los anclajes en la fase que corresponda, por ejemplo de estructuras, y el cable ya en la fase final.

Desde Grupo FPT, recomendamos a Jefes de obra y encargados, una formación de trabajos en altura, quizás no genérica, si no encaminada a los temas tratados en este artículo, que incluya al menos los siguientes apartados:

• Factor de caída
• Distancia libre de Caída
• Triangulo de fuerzas
• Efecto péndulo / postes anti balanceo
• Normativa epis y revisión de estos
• Tipología de arneses y elementos de amarre
• Composición de una Línea de vida, requisitos legales, tanto en temporales como permanentes.
• Puntos de anclaje temporales y permanentes
• Anticaídas retráctiles y dispositivos anticaídas para cuerda.